Un zapato inicia y termina
en la horma
Todo proceso de fabricación de un zapato inicia y termina en la horma. Es esta la encargada de sustituir al pie.
Actualmente las hormas de plástico son las más utilizadas debido a que soportan bien los cambios de temperatura a los que son sometidas en las producciones de calzado. Y también por su duración y fácil modificación de ser necesario. Son además más baratas de producir que las de buena madera y más caras que las de metal. Estas últimas solo sirven para algunos tipos de calzados debido a que no tienen las articulaciones necesarias para la producción de todos los modelos de zapatos.
La forma de la horma con sus propias características determinará el tipo de calzado que podemos realizar sobre ella; por muy buen diseño que creemos si no tenemos la horma adecuada el resultado estético será el que esperábamos, pero no así el funcional.
La fabricación de hormas respeta por sobre todo la estructura anatómica del pie considerando los puntos naturales de apoyo y junto con eso la distribución del peso del cuerpo.
Por esta razón ciertos zapatos pueden ser usados durante todo el día y otros tan solo por algunas horas; debido a que su forma y altura hacen que el cuerpo no pueda mantenerse sobre esta base de manera natural y confortable. En relación con este último punto, es importante tener en cuenta que la horma que se utiliza para hacer un zapato de tacón rompe los estándares de calidad de un buen zapato. Por lo tanto es primordial elegir cuidadosamente la calidad de los materiales que se usen para fabricar este tipo de calzado.
Un abrazo,
Coty
